Dublín, la ciudad más divertida de la República de Irlanda
Desde el punto de vista monumental, Dublín no es de las ciudades más bonitas de Europa, pero su ritmo de vida y su ambiente hacen que la visita merezca mucho la pena. Para mi chati fue su primera vez y volvió encantado. La verdad es que fue una escapada muy agradable y divertida. Como siempre, mereció la pena, y contigo más ;).
Grafton Street |
Ya hace años que hay vuelos directos a Dublín desde Alicante en compañías Low cost y, aunque siempre decimos que no volveremos a volar con ellos, especialmente con ryanair, al final volvemos a hacerlo, pues sus destinos, horarios y precios no tienen competidores...
El río Liffey separa las zonas norte y sur de la ciudad. Si en otras ciudades el río es un elemento importante, en Dublín lo es más aún, ya que la división entre los distritos impares de la ciudad y los pares no es simplemente geográfica, sino que los barrios, la arquitectura, el carácter e incluso los estilos de vida cambian radicalmente de un lado al otro. Al norte está tradicionalmente el Dublín más humilde y obrero, mientras el sur es la zona rica, con bonitas casas victorianas y barrios de casas bajas y tranquilas.
Cada barrio tiene sus particularidades, pero hay aspectos comunes, como la gran cantidad de pubs y el ambiente que se respira en ellos. En zonas más céntricas como Temple Bar el ambiente de pub de barrio deja paso a otro tipo de diversión, con más gente, más extranjeros y pubs combinados con discotecas y clubs, mientras que en el resto de barrios te encontrarás pubs con sus camareros encorbatados y sus parroquianos de toda la vida bebiendo Guinness y viendo el canal de carreras de caballos.
¿Qué ver y hacer en Dublín?
- Los imprescindibles:
- The Spire y sus calles: cruce O’Connell Street con Henry Street.
- No te pierdas el Trinity college y biblioteca.
- Hazte un selfie con algunos famosos.
- Tomate una guines, al menos, en Temple bar.
- Visita el supermuseo Guiness, no te arrepentirás.
- Destilería Jameson, otra de nuestras visitas imprescindibles.
- Algo de Shopping por Grafton Street
- Cárcel Kilmainham Goal
- Errores de principiante.
- Transporte público.
1.- The Spire y sus calles: cruce O’Connell Street con Henry Street.
Los paseos turísticos y los lugares de interés en el norte de Dublín se agrupan, en su mayoría, en torno a la calle principal de la ciudad, O’Connell Street. Es la calle más amplia y concurrida del centro, aunque no es precisamente larga. Comienza en el puente de O’Connell, mencionado en el Ulises de Joyce, y tiene una longitud de unos ochocientos metros. En ella hay edificios tan representativos como la Oficina Central de Correos o el Monumento a la Luz, y en ella nace la comercial Herny Street.
O´Connell Street |
La oficina central de correos es el edificio más representativo de la calle. Está situado aproximadamente en su mitad, y con su fachada blanca y sus enormes columnas es inconfundible.
Su valor arquitectónico no es excesivamente especial, pero sí su valor histórico, ya que allí fue donde los revolucionarios del Levantamiento de Pascua de 1916 proclamaron la independencia de Irlanda. La revuelta acabó con sus principales líderes detenidos y condenados a muerte y la declaración de independencia como un documento testimonial, pero sí que puso las bases de la independencia futura. En la ventana principal hay una placa conmemorativa y una estatua del héroe mítico irlandés Setanta.
Lo más llamativo de la calle es el obelisco del llamado Monumento a la Luz (the Spire). Un cono de acero inoxidable de 150 metros de altura, cuya punta se ilumina por la noche y creado para conmemorar la llegada del nuevo milenio.
Está destinado a destacar en el perfil de un Dublín de edificios muy bajos, pero también a convertirse en símbolo de una ciudad que no tiene grandes edificios representativos. Es más llamativo que bonito, pero tiene una ubicación privilegiada, en el cruce de O’Connell Street con la principal calle comercial de la ciudad, Henry Street.
Al oeste de este cruce, Henry Street es, junto con Grafton Street -al sur del Liffey-, una de las dos calles comerciales principales de la ciudad. Es un área peatonal, no demasiado grande, pero concentra algunos de los grandes almacenes y centros comerciales más grandes de la ciudad como Debenhams, Arnotts, Penney’s o ILAC. Es menos señorial que Grafton Street, pero tiene mucha más variedad de comercios, precios y tipos de productos.
Henry Street |
2.- El Trinity Collegue y su biblioteca
La zona sur del Liffey es mucho más interesante turísticamente hablando. Al sur del puente de O’Connell nos encontramos con una de las estampas de Dublín: la fachada del Trinity College y, al otro lado de la calle, el edificio circular que alberga hoy al Banco de Irlanda y que antiguamente sirvió como Parlamento.
Banco de Irlanda |
El Trinity College es, posiblemente, la universidad más famosa y con más tradición de Irlanda. Sus alumnos eran mayoritariamente protestantes en sus orígenes, pero hoy no existen distinciones de clase o religión entre sus estudiantes. Es un buen lugar para entrar y darse una vuelta por entre sus edificios, en un ambiente de paz, calma y tranquilidad.
3.- Hazte un selfie con algunos famosos
Estatua de Molly Malone |
Otra de las estatuas con la que te podrás hacer un selfie es James Joyce, está Talbot Street. Es una calle alrededor de la cual hay pequeñas tiendas de menaje, casas de huéspedes, albergues y cibercafés y que da a la estación de Connolly. Junto a ella está la estación de autobuses o Busaras.
Estatua James Joyce |
4.- Tómate algo en el barrio de Temple Bar
Volviendo a la orilla sur del río, el barrio Temple Bar es una de las principales zonas de cultura y ocio de la ciudad. Allí se combinan salas de conciertos, clubs o la filmoteca nacional con algunos de los pubs y restaurantes más tradicionales de Dublín. Por las noches, especialmente los fines de semana, se llena de gente y el ambiente de diversión y pubs no se puede comparar con casi ningún sitio en Europa.
Pub Temple Bar, en la Barrio Temple Bar |
5.- Visita la fábrica y museo Guiness
También en la zona sur de la ciudad -aunque algo más al oeste- nos encontramos con otra de las atracciones turísticas de Dublín, la fábrica y museo de Guinness. Un lugar donde aprender cómo se hace la cerveza y muchas curiosidades sobre la cerveza más típica de Irlanda y, sobre todo, donde disfrutar de unas magníficas vistas de Dublín mientras se toma una pinta en el bar panorámico del último piso.
Desde luego una experiencia que no te puedes perder, te darán un curso acelerado de cómo se debe servir una Guiness, te la servirás tú mismo, te la beberás y te volverás a casa la mar de contento con tu diploma de experto.
6.- Visita la destilería Jameson
Otro de nuestros imprescindibles fue la Destilería de Jameson, tiene distintas horas para la visita guiada con degustación y luego te invitan a una copa. A nosotros nos encantó (aunque no tanto como el museo Guiness) y eso que nos metimos varios lingotazos entre pecho y espalda a las 11.00h de la mañana... hay que aclimatar los cuerpos, y "allá donde fueres haz lo que vieres"...
Te sirven tres chupitos: uno de whisky escocés, otro de bourbon americano y otro, el estrella, el Jameson. Ni qué decir tiene que a nosotros nos gustó mucho más el escocés (ya sabéis: enamorados de Escocia y todo lo suyo), pero no lo dijimos... "a caballo regalado no le mires el dentado". Y antes de salir te pasan por el bar donde puedes comprar souvenirs y te invitan a un copazo, que nosotros tomamos con ginger ale porque ya te digo que no eran horas...
7.- Shopping en Grafton Street
De nuevo, al sur del Liffey, se encuentra Grafton Street, la calle comercial con más prestigio de Dublín y una de las más caras de Europa. Es muy agradable darse un paseo por ella, especialmente los fines de semana -en Dublín las tiendas abren también los sábados y los domingos- y encontrarse, además de algunas de las tiendas más caras de Dublín, espectáculos de mimos y músicos callejeros, actuaciones y muchísimo ambiente. En ella hay sobre todo tiendas de ropa y grandes almacenes de alta categoría.
Grafton Street termina en el parque de St Stephen’s Green, el parque más famoso de Dublín. Mucho más pequeño que Phoenix Park (otro parque que puedes visitar si tienes tiempo), pero también más céntrico y más cuidado. Ideal para pasear o sentarse un rato a contemplar el estanque o los jardines los días soleados. Al sur del parque, calles como Leeson Street o, sobre todo, Harcourt Street, muestran los mejores ejemplos de arquitectura georgiana de la ciudad. Merece la pena darse una vuelta por allí.
Y por último, ya fuera del circuito turístico pero accesible por distancia, está otro de nuestros imprescindibles, la antigua prisión de Kilmainham Goal, una antigua cárcel inaugurada en 1796 , morada de muchos personajes implicados en la lucha por la independencia de Irlanda durante más de 100 años. Hoy se pueden ver las celdas y zonas comunes que permanecieron impasibles ante innumerables ejecuciones. Se trata de un lugar cargado de historia y muy especial en la memoria de los irlandeses.
Las visitas solo se hacen en inglés, son guiadas y duran una hora aproximadamente. Comienzan en la capilla donde Joseph Plunkett se casó con Grace Gifford poco antes de ser fusilado por participar en el "Alzamiento de Pascua". El recorrido continúa por los pasillos que dan a las celdas y finaliza en el patio donde se llevaban a cabo las ejecuciones.
Se encuentra en Inchicore road, 8, y puedes llegar en autobús: Old Kilmainhan, líneas 78A y 206, Emmet Rd. (Kilmainham Cross), Lineas 51B, 51C, 78A y 206. Abre todos los días entre las 9.00h y las 18.00h aproximadamente, con pequeñas variaciones en función del horario invierno-verano. Cuesta 9€ adultos, 5€ estudiantes (1€ descuento con compra online) y, para nosotros, es un imprescindible en Dublín.
Y qué más deciros... No se os ocurra volveros sin tomar varias Guinness. DUBLIN ES LA CUNA DE LA GUINNESS. No existe otra fábrica en el mundo más que la que tienen en Dublin, consideran que una Guinness elaborada con un agua que no sea la de allí no es la auténtica Guinness. ¡¡¡Así que aprovechad!!!
Errores de principiante.
Los cometerás al visitar Dublín por primera vez, diría más, no solo Dublín, cualquier lugar de las islas:
- No tener el adaptador de enchufes adecuado.
- No mirar al lado correcto al cruzar la calle.
- Trasladarte al aeropuerto en hora punta y acabar perdiendo el vuelo (¿te he dicho que el tráfico en Dublín es terrorífico?. Lee más abajo y veras...).
- No tener cambio para el autobús. Necesitarás llevar el importe exacto (y en monedas, ya que no admiten billetes), el conductor no te da cambio. Te permitirá pagar de más, pero en lugar de darte dinero de vuelta te entregará un recibo que podrás canjear -presentándolo conjuntamente con el billete- en las oficinas centrales de la empresa de autobuses de O’Connell Street.
- Salir demasiado tarde y que la noche se acabe en lo mejor (los pubs del centro de la ciudad suelen cerrar a las dos y media de la madrugada).
- Intentar seguir el ritmo de bebida de los locales en un pub. Aunque bueno, eso lo dudo, al fin y al cabo somos españoles...
- No pegar ojo por la claridad, no olvides tu antifaz, allí las persianas no existen.
Y algunos más que los descubrirás por tí mismo...
Transporte público en Dublín
El transporte público en Dublín es terrorífico. Los propios dublineses son muy críticos con su red de transporte. Por ello es recomendable, siempre que sea posible, caminar a nuestro destino, pues habitualmente, se tarda menos que si esperas el autobús y te metes en el atasco de todos los días. Lo mejor que se puede hacer con el transporte público en Dublín es evitarlo, así que trata de coger un hotel cerca del centro.
Nosotros no lo hicimos, cogimos uno muy cerca del aeropuerto porque nuestro vuelo de regreso salía muy pronto, además, los hoteles en el centro son carísimos... Tardábamos alrededor de una hora en llegar en transporte público al centro, pero el trayecto era agradable porque los autobuses tienen wiffi libre y aprovechábamos para ponernos al día...
Tranvía de Dublín (LUAS)
El orgullo del transporte público de Dublín son las dos líneas de tranvía, llamado LUAS. Es rápido, limpio, elegante y más o menos puntual, pero comunica sólo el centro con unos pocos barrios del sur de la ciudad muy concretos y, lo que es peor, no tiene sus líneas conectadas, con lo que es imposible hacer transbordo de una a otra.
Autobuses en Dublín
El transporte público más popular en Dublín es el autobús. Hay bastantes líneas, con autobuses mayoritariamente de dos pisos y bastante capacidad, por lo que no suelen ir muy repletos. Una buena parte de ellos tiene parada en algún punto de O’Connell Street, que hace las veces de nudo para posibles transbordos.
Y no olvidéis que viajar siempre es una gran inversión
Si quieres más información sobre Irlanda u otro lugar de las Islas Británicas (Irlanda del norte, Escocia, Ingleterra o Gales) visita nuestro post.
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