Marruecos, prejuicios y mentiras

by - noviembre 07, 2021


Tal vez me equivoque, pero yo creo que si no conocéis Marruecos, posiblemente tengáis los mismos prejuicios e ideas preconcebidas que tenía yo antes de ir: que no te puedes fiar de la comida, que la higiene deja mucho que desear, que siempre hace calor, que no hay nada interesante que ver... Nada más lejos de la realidad, Marruecos es un gran país que se abre ante tí, no pierdas la oportunidad de conocerlo.


Así que, en mi afán de desterrar para siempre esos falsos mitos e ideas preconcebidas que tenemos sobre Marruecos, te voy a enumerar algunas de las mentiras que se transmiten sobre este país que me enamoró:

Chefchaouen

1.-  Todo son desiertos, camellos y calor = Falso

Aquí es en lo que más alucié yo, quedé absolutamente sorprendida, pues este prejuicio lo tenía grabado a fuego y es completamente falso. En Marruecos disfruté de los paisajes más alucinantes, desfiladeros y pueblos con encanto, bosques de cedros (con monos por cierto) donde nos pilló una nevada en pleno abril... Una gran y grata sorpresa para mí.


Por supuesto también disfrutarás de los paisajes del desierto, con sus palmeras, dunas y camellos... Por cierto, en el desierto por la noche hace bastante fresquito, ¡vaya! que hace frío... En Marruecos el calor solo será un problema si viajas a la parte interior o al sur del país durante los meses de julio y agosto, llegando los termómetros a sobrepasar los 40ºC. 


Coordillera del Atlas

2.- La gente no es de fiar = Falso

Seguro que habrás oído que en Marruecos debes llevar cuidado y no te puedes fiar de la gente, y que, sobre todo si eres mujer, no debes salir sola por la noche. Pues después de estar allí no estoy de acuerdo, en ningún momento tienes sensación de inseguridad, sí hay que ser prudente, pero como en todas partes, incluso en tu lugar de residencia habitual. Además, te sorprenderá la hospitalidad y alegría de la gente, es un pueblo de sonrisa fácil.

Tomando un té con nuestro "grande amigo" Brahim

3.- No les gustan las fotos (al descuido) = Verdadero

En general, a los marroquíes no les gusta que les hagas fotos sin ton ni son. Verás cómo las mujeres se giran para que no las saques y los hombres te piden que no los grabes ni a ellos, ni sus puestos de comida, ropa o lo que sea. No es que sean maleducados o desagradables, ten en cuenta que Marruecos es un país muy vigilado por las autoridades, son ello solo pretenden preservar su vida y negocios al margen de miradas ajenas. Sin embargo, si hay confianza, claro que les gustan las fotos, tanto como a nosotros.



4.- No te puedes fiar de la comida = Falso

La comida está buenísima, y si eres de buen comer disfrutarás como un enano, sobre todo si te gustan las especias. Prueba el Tajín de todos los tipos y el cous-cous, por supuesto, ensaladas, tortillas, exquisito pan casero en forma de tortas… Unos desayunos de escándalo, y los postres ni te cuento, sobre todo si te gusta la miel.


Sí debes llevar cuidado con el agua, bébela siempre embotellada (cuidado si pides zumos por si están diluidos con agua). No es que el agua sea de mala calidad o no potable, pero su composición es distinta a la que habitual tomas y puede afectar a tu estómago. Así que toma la precaución de beber agua mineral y hay quien dice que, incluso, lavarte los dientes con agua mineral, nosotros nos los lavamos con agua corriente y no tuvimos problema.


Nunca rechaces un té

5.- No se bebe alcohol ni se come cerdo = Verdadero (oficialmente) 

A pesar de ser productores de vino, es muy difícil encontrar bebidas alcohólicas en bares, supermercados o restaurantes, aunque cada vez hay más lugares donde podrás hacerlo, sobre todo en las ciudades más grandes y turísticas. Sin embargo, también les gusta tomarse sus copitas, los jóvenes lo hacen cuando salen y todos en la intimidad de sus casas.


Respecto al cerdo, ahí son más intolerantes, no lo encontrarás en las cartas de los restaurantes ni en los supermercados y carnicerías, sin embargo, si te llevas buen jamón de casa y se lo das a probar no suelen rechazarlo, supongo que será curiosidad por conocer su sabor que, por supuesto, les encanta.



6.- No se pueden visitar las Mezquitas = Verdadero (casi)

Las mezquitas en Marruecos están cerradas a las visitas, pues los marroquíes son muy celosos de sus rituales religiosos y no permiten la entrada bajo ningún concepto a los no musulmanes. Sólo está abierta al público la Mezquita de Hassan II, en Casablanca, e incluso aquí, no dejan acceder al lugar de rezo, sino al resto de zonas de inmensa y opulenta construcción, absoluta referencia para todo el mundo árabe.


También hay otra al sur de Marrakech que se puede visitar, la de Tinmel, que está en desuso. Fue una de las primeras mezquitas del reino Almohade, y su arquitectura marcaría el estilo de las siguientes.


Tal vez en alguna zona menos turística alguien te invite a pasar a alguna mezquita más pequeña, de ser así deberás llevar ropa holgada y sencilla, pañuelo en la cabeza si eres mujer y evitar las horas de rezo.

Nueva Mezquita de Midelt (el pueblo de nuestro "grande amigo" Brahim)

7.- Existe la picaresca infantil y la mendicidad = Verdadero (con matizaciones)

Si bien es cierto que Marruecos es un país con un índice elevado de pobreza, no debes creerte todo lo que ves, sobre todo viniendo de los niños, pues se han hecho expertos en tratar de dar pena a los turistas para que les demos algún dirham. Yo te diría que si un niño te intenta vender algo o pedir ayuda y ves que los propios marroquíes no les hacen caso, desconfíes. No fomentes que dejen de ir a la escuela y labrarse un futuro, pues en Marruecos la escuela es gratuita.


Sin embargo, sí hay mendicidad y gente que vive de la caridad, te podrás encontrar hombres de buen aspecto posiblemente con hijos a cargo y mujeres viudas que aceptarán cualquier tipo de limosna, tanto económica como alimentos o ropa.


Mi chati hace (o hacía) viajes anuales a Marruecos llevando una furgoneta cargada de cosas básicas para distribuir a través de un colegio de Midelt a la gente del pueblo más necesitada: sobre todo ropa, y también algo de medicación y cosas de aseo, lapiceros de colores y material escolar y de papelería y alguna chuche, globos o juguetes para los niños.



8.- Los vendedores y falsos guías te atosigarán en las ciudades = Verdadero

Es una sensación muy incómoda, para mí muy difícil de llevar, pero no ocurre solo en Marruecos, recuerdo que en Cuba fue asfixiante. En las grandes ciudades como Marrakech, te encontrarás con multitud de vendedores y guías que salen a tu paso ofreciendo venderte algo, orientarte o llevarte algún lugar, y te seguirán un rato insistiendo. 


Los guías oficiales llevan una acreditación perfectamente visible, colgada del cuello, los que no la llevan te dirán que ellos son oficiales, que que se ha olvidado la acreditación o que no es necesaria, prometerán llevarte a todos los sitios importantes y por menos dinero. qué hacer es decisión tuya, pero yo no les haría caso y si les sigues la corriente, aunque solo sea por ser educado, no dejarán de insistir.



9.- Venden falsas geodas de de colores = Verdadero

En Marruecos es donde yo he visto las geodas más chulas y auténticas (que conste que no he visitado la geoda de Pulpí, en Almería, la tengo en mi lista de deseos). 


Si vas a la zona del Atlas, como nosotros, verás numerosos puestos en los bordes de las carreteras, en los que venden todo tipo de piedras  y fósiles, entre ellas, preciosas piedras de cuarzo y geodas muy brillantes y de tonos muy vivos, como rosas o morados, pero ese no es su color auténtico, el cuarzo de esta zona es grisáceo, prácticamente transparente. Pero algunas personas lo que hacen es pintarlos con tintes para que resulten mucho más vistosos para los turistas.



10.- Te timarán con tu tatuaje de henna = Falso (o no)

La plaza de Jmaa El Fna de Marrakech, o cualquier zoco de una ciudad turística es el peor lugar para hacerse un tatuaje de henna, pues tratarán de liarte con el precio (déjalo muy claro antes de empezar) y, además, en ocasiones no utilizan henna 100% natural y podría causarte alguna reacción. Lo ideal es que te tatúes en locales especializados que los hay, o por gente de tu absoluta confianza.



Y hasta aquí nuestra entrada de hoy. Solo repetir que, a quien me pregunta, le contesto que ¡por supuesto merece la pena conocer Marruecos!! Y más si tratas de hacer alguna excursión fuera de las zonas típicas. Si decides organizar una escapada por tu cuenta, te recomiendo visitar nuestras entradas:



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