TALLIN, la joya de las capitales bálticas, en Estonia.
Cuando estuvimos en Finlandia, nos planteamos visitar Tallin desde Helsinki pero finalmente no lo hicimos... Yendo con miniyó pensamos que sería demasiado ajetreo para realmente estar allí muy pocas horas. Ten en cuenta que nosotros nos alojábamos en Lathi, con lo cual teníamos que desplazarnos en coche a Helsinki y luego coger el ferry, y a la vuelta lo mismo. Al final de esta entrada te cuento cómo hacerlo.
Lo dejamos pendiente para otra ocasión, no obstante, buscamos algo de información que os dejo aquí por si fuera de vuestro interés:
Tallín es la capital de Estonia, la joya de las capitales Bálticas. Es como una ciudad de cuento, tiene uno de los cascos urbanos medievales mejor conservados de Europa. Cuando paseas por ella te da la sensación de que estás en unos decorados de cine siendo tú el protagonista de la película.
Tiene una población de 435.000 habitantes y está dividida en dos barrios principales: la ciudad alta (una antigua fortaleza) y la ciudad baja.
A pesar de ser una ciudad en apariencia medieval, con un patrimonio amplísimo y una delicadeza en sus formas que la hace única, es una de las pocas que se pueden recorrer de punta a punta conectado a internet de forma gratuita, lo cual es muy de agradecer si no tienes datos ilimitados.
¿Qué ver y hacer en Tallin?
- Pasea por la parte baja de la ciudad
- Plaza del ayuntamiento - Raekoja plats
- La puerta Viru.
- El pasaje de Santa Catalina (Katariina käik)
- Iglesia del Espíritu Santo.
- Iglesia de San Olav (construida en 1267).
- Visita la parte alta de la ciudad
- Mirador Patkuli.
- Catedral rusa ortodoxa Alexander Nevski.
- Parlamento
- Descubre cómo ir a Tallín desde Helsinki y viceversa
- Prueba su gastronomía: contundente, rica rica y muy barata.
Es la zona más antigua, el casco viejo, siempre animado. El aroma a hornos de leña y cerveza de barril sobresale de unas tabernas repletas hasta última hora, las sirenas de los barcos amarrados al puerto resuenan cada atardecer.
1.- Plaza del ayuntamiento - Raekoja plats.
Es el corazón de Tallín, cubierto de casitas de colores que hacen las veces de restaurantes y lugares donde tomarse una cerveza. Allí se ubica el Ayuntamiento (Tallinna Rackoda), construido en 1404, su construcción recuerda una iglesia, pues tiene una larguísima torre octogonal. Por 3€ se puede subir a la torre (115 escalones) y desde sus ventanales podrás ver una panorámica de toda la ciudad, aunque hay miradores mucho más espectaculares en la ciudad...
En la misma plaza del Ayuntamiento, no dejes de visitar una de las farmacias más antiguas de Europa (data de 1422 y todavía se encuentra operativa). Sus instalaciones son fabulosas, un auténtico museo farmaceútico con los típicos frascos de porcelana y otros que contienen gusanos, arañas, serpientes, e incluso manos de momia y otras criaturas necesarias para sus pócimas.
Subiendo las escaleras del edificio de la Farmacia hay una tienda de antigüedades que a mi chati le encantaría, tiene objetos militares (nazis, soviéticos...) y algunos souvenirs, dicen que tienen las Matriuskas más baratas de Tallín...
2.- La puerta Viru.
Formada por los dos torreones más emblemáticos de la muralla que rodea el casco antiguo. Esta puerta era la entrada y salida por el flanco más oriental de la ciudad medieval. Fueron construidos en el Siglo XIV y son supervivientes de la muralla más antigua que se conserva. La puerta comunica con el Ayuntamiento a través de la calle Viru, una de las preferidas de los turistas por su anchura y la gran cantidad de cafés, restaurantes y tiendas de souvenirs que tiene a ambos lados.
Te transporta directamente al siglo XIII. Está franqueado por los muros de un antiguo monasterio dominico (algunas de sus tumbas todavía son visibles en las paredes). Artesanos y joyeros esconden sus exclusivos locales justo al otro lado. Aparenta ser un rincón solitario y olvidado de la ciudad, lo cual aumenta su encanto.
En su fachada se encuentra el reloj más antiguo de la ciudad y símbolo de la misma.
5.- Iglesia de San Olav (construida en 1267).
Sube a la torre de su campanario, de 155m. Durante mucho tiempo fue la construcción más elevada en la Europa de la época. Por 3 euros y una larga subida con escalera de caracol, podrás obtener una vista 360 grados de la ciudad de Tallin. Únicamente comparable a la que se obtiene en el Mirador Patkuli.
Parte alta de la ciudad
La unión entre la ciudad alta y la ciudad baja era a través de dos calles con forma de pierna y que comúnmente se conocen como pata larga y pata corta. La pata larga ó calle Pikk fue la primera calle de la ciudad baja y también la más larga. De ahí su denominación.
1.- Mirador de Patkuli
Saliendo ya del casco antiguo, no dejes de acercarte al Mirador de Patkuli si quieres disfrutar de una fabulosa panorámica de Tallin y sacar la mejor foto de la ciudad.
2.- Catedral rusa ortodoxa Alexander Nevski.
Según la leyenda, la colina en la que hoy se asienta la ciudad alta no es fruto de la naturaleza, sino que se construyó como tumba al héroe nacional Alejandro Nevsky. Esta catedral es Patrimonio de la Humanidad (como lo es toda la ciudad alta) y posee la cúpula más grande de todas las catedrales ortodoxas, así que, por unos momentos te parecerá estar en Moscú (es parte de la expansión rusa más allá de sus dominios). Esta Catedral, consagrada el 30 de abril del año 1900, es un pedacito de la Rusia, aún zarista, que anexó a las Repúblicas Bálticas.
3.- Parlamento
Justo enfrente de la catedral, donde se levantaba un castillo del que apenas quedan restos, se encuentra la Sede del Parlamento de Estonia, de color rosa desteñido.
Y por último, no dejes de pasear por sus calles, descubre sus rincones olvidándote de los mapas y planos turísticos, no es una ciudad muy grande, te lleva sola por sus calles y cada rincón tiene algo que ser visto y admirado. Descubrirás que tiene un museo cada diez metros y casi una taberna por habitante.
Comer en Tallín
La cocina en Estonia es sencilla, de orígenes rurales y se basa en unos pocos productos básicos como el pan negro de centeno (leib) y el cerdo, que es la base del "Verevost", una especie de salchicha cocida embutida en tripa ahumada, similar a nuestra morcilla.
Leib |
Al tratarse de una ciudad báltica, con sus características bajas temperaturas, las especialidades contundentes y los pucheros están a la orden del día, aunque durante el verano también es posible degustar frescas ensaladas, elaboradas con excelentes verduras y hortalizas de la fértil tierra estonia.
Estonia, y Tallín en particular, es un país muy económico gastronómicamente hablando, bueno, y en general, especialmente si lo comparas con Finlandia. Así que los finlandeses visitan Tallín muy a menudo... les gusta mucho beber, y en Estonia las bebidas alcohólicas son bastante más baratas que en Finlandia, así que aprovechan cuando cogen el ferry para volver cargaditos de bolsas y botellas.
Traslado a Tallin desde Helsinki (y viceversa).
El ferry Helsinki – Tallin es enorme, lo más parecido a un crucero en el que podrás estar, dentro tiene bares, restaurantes, tiendas...
Lo ideal es reservar los tickets antes de salir de España. El trayecto dura unas 2 horas y media, y puedes conseguir los billetes por unos 35-70€ ida y vuelta, dependerá de los horarios e, imagino, de la temporada. Tienes información sobre los ferries aquí: www.aferry.es
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