NUEVA ORLEANS, su escena musical y el Mardi Gras
Visitamos Nueva Orleans de paso, en nuestra Luna de Miel ¿recuerdas?, a lo largo de nuestro Road Trip Las Vegas - Miami.
Nueva Orleans, en el estado de Louisiana, es una de las rarezas del sur de Estados Unidos. Un revoltijo espiritual, anárquico y profano de herencia europea y africana que se empeña en vivir pase lo que pase. Fue fundada por los colonos franceses en 1717, cedida a los españoles en 1763 y recuperada por Napoleón y vendida a Estados Unidos en 1803, para convertirse, unas décadas más tarde, en un importante puerto de llegada y comercio de esclavos africanos.
Es una de las ciudades cultural y gastronómicamente más interesantes de EE.UU. Está fuertemente vinculada al agua, ya que por el sur limita con el majestuoso río Mississipi y por el norte con el Lago Portchartrain. El hecho de flotar entre dos aguas y de que gran parte de la ciudad se encuentre por debajo del nivel del mar y en terrenos pantanosos hace que sea muy vulnerable ante las inundaciones.
Los huracanes y las lluvias la han anegado en más de una ocasión, pero el gran desastre de su historia fue el Huracán Katrina, en 2005.
Los diques cedieron al agua, que inundó un 80 % de Nueva Orleans y dejó un reguero de más de mil muertos a su paso. Fue una catástrofe natural sin precedentes en Estados Unidos: la ciudad se evacuó, miles y miles de hogares y calles quedaron insalvables, y muchos vecinos jamás regresaron. El agua castigó a los más pobres, y solo perdonó algunas zonas, como el barrio más turístico, el French Quarter.
Y, aunque ha pasado más de una década, aún percibimos los estragos del Katrina en algunas casas destruidas y carreteras llenas de socavones. No obstante, su gente es tenaz y aunque han sufrido un sinfín de calamidades, siempre resurgen con más fuerza y se muestra recuperada y lista para recibir a miles de visitantes y turistas.
Si te preguntas si es seguro viajar a Nueva Orleans, te diré que si te alojas en el French Quarter o barrio francés y te mueves por el centro y los barrios más turísticos, no tendrás ningún problema, pero si te alojas en otros barrios más alejados de la ciudad, sé precavido, infórmate antes y lee las críticas y consejos de otros viajeros, pues Nueva Orleans es una ciudad con un índice de criminalidad alto, y no todas las zonas son seguras de noche.
No obstante, yo volví enamorada de Nueva Orleans, personalmente, es la ciudad que más me gustó de nuestro Road Trip – Luna de miel. Paseando por sus calles captarás parte de su rica historia, podrás disfrutar de una gastronomía reflejo de su mezcla de culturas y una escena musical increíble. Aunque me pilla un poco lejos, aquí tengo que volver yo...
Otra de las principales razones que mueven el turismo en Nueva Orleans son los grandes eventos que ocurren en la ciudad cada año. El mayor de ellos su carnaval, el mundialmente famoso Mardi Gras, que se realiza cada martes de carnaval y dicen que es “el mayor espectáculo gratuito de la tierra”.
Miles de carrozas y comparsas celebran durante varios días y desde hace más de 200 años esta fiesta que significa “Martes Graso”, ya que se realiza justo antes de la cuaresma de Semana Santa. Si no realizas el viaje en estas fechas, dicen que hay tours y actividades que lo recrean, si lo pruebas cuéntamelo.
Qué ver y hacer en Nueva Orleans
1.- Vive el French Quarter
2.- Conoce la historia de Jackson Square
3.- Visita el Cementerio de St. Louis Nº 1.
4.- Pasea por Frenchmen Street
5.- El rio Mississippi y sus barcos de vapor, toda una experiencia
6.- Recorre el Riverwalk
7.- Sube al tranvía de Garden District
8.- Conoce el barrio de Tremé
9.- Recorre Warehouse District
10.- Entra en The National WWII Museum
11-. Come y bebe...
12.- Haz una excursión a las plantaciones
Si vais a estar varios días en la ciudad os recomiendo que, para conocer mejor su historia y orientaros con mayor facilidad, hagáis una visita guiada por el centro. Podéis reservar un tour en estos enlaces: Barrio francés, cementerio y vudú.
1.- French Quarter
El French Quarter (o Vieux Carré) es el conocido barrio francés, su barrio histórico y corazón de Nueva Orleans. Lo fundaron los franceses, y más tarde los españoles también dejaron su huella, por lo que tiene un aire más europeo que americano.
Es una rareza dentro de la arquitectura que podemos encontrar en otras ciudades de Estados Unidos y tiene una belleza que nos recuerda a antiguas ciudades europeas. La arquitectura del casco histórico nos recuerda a construcciones españolas y francesas. Son muy características las casas de colores de dos y tres plantas, con una balconada decorada con hierro forjado muy trabajado, rebosantes de flores o de las cuentas de plástico del Mardi Gras, pasillos que conducen a patios traseros… Es un barrio de cuento, aunque encarado por completo al turismo. Además de tiendas de recuerdos y músicos y artistas callejeros.
Es un barrio eminentemente turístico, lleno de clubes donde se venden cervezas y cócteles de tamaño XXXXL. Está permitido beber en la calle, así que Nueva Orleans es un imán para las despedidas de soltero y las noches locas. Es el barrio donde más tiempo pasamos nosotros, y de donde tenemos montones y montones de fotos.
Además de los colores de las casas, destacan las placas en cerámica de Talavera que nos recuerda el nombre que tenía la calle en época colonial española. Por ejemplo, la mítica Bourbon Street en su día era Calle de Borbón. Esta calle es la arteria principal del barrio francés, va desde Canal St. hasta Esplanade St., y es la más animada del barrio francés.
De día podemos encontrar chavales tocando un cubo de plástico a modo de batería para ganarse unos dólares e incluso algunas bandas de jazz que improvisan conciertos en medio de la calle. Por la noche el ambiente cambia totalmente, todos los bares se llenan de gente, y el hecho de que se pueda consumir alcohol por la calle la convierte en la calle más libertina y desenfrenada del French Quarter, un club tras otro donde escuchar jazz en directo, beber litros y litros de alcohol o asistir a un striptease.
Nosotros estuvimos cenando y después en un bar de estos típicos (cuyo nombre no recuerdo...) viendo música en directo mientras tomábamos y na copa y la gente se anima a bailar una especie de swing. Estaba repleto de lugares como este, no te constará encontrar alguno que merezca la pena.
No obstante, entre los bares musicales de la zona hay uno que destaca: Maison Bourbon. Este es uno de los clubs de jazz más antiguos de Nueva Orleans y Estados Unidos, y uno de los pocos lugares donde escuchar auténtico jazz en Bourbon Street.
Otro local histórico para escuchar buen jazz en el barrio francés es el Preservation Hall, que se creó en 1961 para preservar y proteger el jazz creado en Nueva Orleans. A diferencia del Maison Bourbon, aquí hay que pagar entrada para asistir a los conciertos diarios.
Visita el French Market, y tómate unos beignets con un café au lait en el Café du Monde, en un extremo del French Market, es la cafetería más famosa de Nueva Orleans. ¡No te puedes marchar sin probarlos! Son una especie de buñuelos con una tonelada de azúcar glas encima. Eso sí, se forman colas larguíisimas para probarlos.
Este parque, que antiguamente era la Plaza de Armas de la ciudad, es el epicentro del French Quarter. Aquí se produjo la ceremonia de la Louisiana Purchase, el tratado por el cual Napoleón vendió Louisiana a Estados Unidos en 1803.
En Jackson Square, pasea por los jardines, visita la St Louis Cathedral y pásate por la zona de los artistas, que venden todo tipo de recuerdos en uno de los laterales de la plaza.
Este cementerio está en el límite entre el Barrio Francés y el barrio de Tremé, y es uno de los lugares más chulos de nueva Orleans (ya sabes que soy una apasionada de los cementeríos, cada uno tiene sus rarezas...). Se entra en visita guiada, con la ventaja de que así conoces de primera mano las historias del cementerio, que no son pocas.Tu viaje no estará completo sin conocer algo de las historias de Vampiros, brujas, vudú, fantasmas y demás creencias forman parte de su cultura.
4.- Frenchmen Street
Si queréis disfrutar de la música en directo en New Orleans en un ambiente menos alocado, el lugar es Frenchmen Street. Esta calle no pertenece al French Quarter sino al barrio de Marigny, pero está muy cerca. Cuenta con más de veinte locales que ofrecen música en directo todos los días de la semana. Entre todos ellos destaca The Spotted Cat Music Club, uno de los locales más famosos de la ciudad.
Otro local que también tiene muy buena música en directo y que además sirve comidas es el The Maison.
Otro local para escuchar buen Jazz es el Preservation Hall, del que ya te he hablado antes. La entrada te sirve para una sesión de 45 minutos en el pequeño local, que tiene un ambiente íntimo y no sirve bebidas (aunque puedes entrarlas tú en vasos de plástico).
5.- El rio Mississippi y sus barcos de vapor
Nueva Orleans es una ciudad de agua. De hecho, se dice que gran parte de sus creencias en vampiros y el culto a la muerte viene porque desde la fundación de la ciudad se tuvo que enterrar a los muertos en lápidas fuera de la tierra, porque cada vez que el río Mississipi se desbordaba, inundaba la ciudad y como el terreno es pantanoso, muchos muertos eran arrastrados por la fuerza de las aguas.
En casi todas las películas de New Orleans se hace una mención al majestuoso río Mississipi y a los barcos de vapor que lo navegan. Junto al río encontrarás típicas embarcaciones del Mississippi, como el Natchez, un steamboat (barco de vapor) que ofrece cruceros por el río, cenas y brunches a ritmo de jazz y una experiencia que te transportará atrás en el tiempo.
Existen muchos tours y cruceros para disfrutar de un recorrido por el río, pero aunque no quieras tomar un barco, no dejes de acercarte a la orilla y disfrutar de su inmensidad. Hay un paseo peatonal muy agradable y el Aquarium of the Americas.
Se trata de un paseo junto al río. Desde aquí zarpan los cruceros turísticos y también podréis visitar The Outlet Collection at Riverwalk, un centro comercial, en realidad es un outlet, con zona de «tax-free», así que podéis hacer compras a muy buen precio. Para el tax-free tenéis que ir con vuestro pasaporte a la oficina que hay en la segunda planta del centro comercial y os devolverán en efectivo parte de los impuestos de vuestra compra.
Al igual que French Quarter, es otro barrio de la ciudad que no debes dejar de visitar. Se trata de un histórico barrio, el más lujoso de la ciudad, donde una colección de opulentas mansiones que te transportan a una película sureña de otros tiempos. Las familias más ricas de la ciudad, rehusando compartir el French Quarter con los criollos, compraron los terrenos de plantaciones de las afueras y construyeron sus majestuosos hogares entre 1832 y 1900.
Antiguamente esta zona era conocida como Lafayette, pero en 1852 se anexionó con la ciudad de Nueva Orleans. El Garden District destaca por tener un gran número de mansiones de estilo sureño que se mantienen intactas. Es una de las zonas más opulentas de la ciudad y donde famosos como Anne Rice, Sandra Bullock o John Goodman tienen su residencia.
Hay empresas que realizan visitas guiadas al Garden District, pero lo puedes hacer por libre siguiendo este itinerario . Para llegar hasta allí toma el tranvía en Canal Street la línea St. Charles hasta la parada de Washington Avenue.
En este barrio y en los alrededores, te recomendamos:
- St Charles Street.
- El tranvía de St. Charles.
- Lafayette Cemetery N. 1.
- Commander’s Palace.
- Audubon Park.
Tranvía de St. Charles, funcionando desde 1835, es el tranvía más antiguo del mundo |
8.- Tremé
Fue uno de los barrios más afectados por el huracán Katrina y uno de los barrios en los que aún se pueden ver algunos de los efectos.
Dice la historia que la población negra libre buscaba un lugar donde vivir a precio razonable cerca del barrio francés y se establecieron en esta área de la ciudad. Este barrio también es conocido por sus Brass Bands, bandas de música callejera que salen en festividades, celebraciones y funerales. Lugares míticos son el Carver Theater o el restaurante Willie Mae’s.
9.- Warehouse District
Durante el siglo XIX esta zona de la ciudad albergó los almacenes que guardaban las mercancías que se transportaban por el río Mississipi. Con la caída del comercio marítimo esta zona fue quedado en el olvido hasta hace unos años.
En la actualidad, este barrio es una de las zonas más de moda de la ciudad y los antiguos edificios de ladrillo que guardaban algodón y caña de azúcar se han convertido en galerías de arte, museos, cafés y restaurantes de moda.
10.- The National WWII Museum
La entrada a este museo es cara, 27$, te hace dudar mucho si entrar o no, pero los que han entrado dicen que merece mucho la pena, pues el despliegue de medios y su enfoque didáctico no deja indiferente.
Se considera uno de los mejores museos de historia moderna. Si te gustan los temas relacionados con la II Guerra Mundial, te ayudará a tener una visión más global. Dicen que debes disponer al menos de 4 horas para visitarlo, pero yo seguro que lo haría por menos...
11-. Come y bebe...
No dejes de disfrutar de la gastronomía de Nueva Orleans, pues es realmente única. La influencia criolla y cajún ha dado lugar a platos sencillos, pero cargados de sabor y cuerpo, con ingredientes omnipresentes como la okra, el arroz o las judías rojas.
Si tienes más tiempo, no te pierdas una de las escapadas más populares a las plantaciones de algodón o de caña de azúcar del río Mississippi. Hay muchas empresas que se dedican a organizar estas excursiones.
De las varias plantaciones que hay, destacan la Oak Alley Plantation. Se caracteriza por su avenida de robles que conduce hacia la mansión, en la que se rodaron escenas de la película Entrevista con el vampiro.
Al acceder al recinto primero visitarás la zona de los esclavos, una zona que han recreado tal cual era, con mucha información sobre el trabajo que hacían y el tipo de trato que recibían. Esta plantación era de caña de azúcar, uno de los cultivos más duros que había en la época.
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