Si al igual que nosotros, vas a estar varios días en Lisboa, merece la pena dedicarle al menos uno a conocer Sintra, una romántica villa rodeada de palacios de cuento y preciosos jardines, situada a unos 30 kilómetros y a la que puedes llegar fácilmente en coche o en transporte público.


Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta villa portuguesa cuenta con numerosos atractivos turísticos para pasar entre uno y tres días completos y no aburrirse en ningún momento. Además de visitar los principales palacios y castillos, es recomendable hacer rutas de senderismo por el Parque Natural que rodea la ciudad y disfrutar de los platos más típicos de la gastronomía portuguesa, como el bacalhau à brás o dulces como las queijadas y los traveseiros.

Cómo llegar a Sintra desde Lisboa

La forma más barata de llegar a Sintra desde Lisboa es coger el tren en la estación de Rossio (línea verde y azul de metro) que tarda unos 40 minutos. Una vez en la estación de Sintra, puedes andar unos 20 minutos hasta el centro histórico o coger el autobús 434.

Otra opción más cómoda e interesante, al contar con un guía en español, es reservar esta excursión en autobús, que incluye la entrada al parque y al Palacio da Pena o esta que incluye la entrada a la Quinta da Regaleira.

Yo elegiría cualquier tour organizado, pues aunque es fácil llegar a Sintra, es bastante difícil moverse entre los monumentos a pie o en transporte público, debido a las distancias entre ellos, pues la mayoría están dispersos por el Parque Natural.

Si vas en coche de alquiler, la recomendación es madrugar bastante, pues las plazas de aparcamiento son muy limitadas y suele haber atascos para moverse por allí. 

Qué ver y hacer en Sintra

1. Palacio da Pena

Es el monumento más emblemático de Sintra y uno de lo lugares más conocidos de Europa.

Patrimonio de la Humanidad y residencia de los reyes portugueses durante el siglo XIX, esta construcción única en el mundo se asienta sobre la colina más alta de la ciudad e impresiona por la mezcla armoniosa de diferentes estilos arquitectónicos y por su exterior pintado de llamativos colores.

Aunque su exterior es impresionante, merece la pena también entrar en el interior para ver la capilla, las habitaciones, el comedor, los salones y la cocina, todas ellas con mobiliario de la época en que vivían los reyes.             

Además a la salida puedes dar un agradable paseo por los senderos del parque que rodea el palacio, salpicado de pequeños lagos y estanques, arboles de diferentes rincones del mundo y miradores para disfrutar de unas impresionantes vistas del entorno.

Si vas en transporte público, para llegar al palacio desde Sintra, puedes coger el autobús 434 que sale de la estación de tren y también tiene parada en en el centro histórico y en el Castelo dos Mouros. Si prefieres ir andando al Palacio da Pena piensa que son casi 3 kilómetros de trayecto subiendo.

Para evitar las colas puedes reservar esta entrada rápida al Palacio da Pena y al parque.

2. Castelo dos Mouros

El Castelo dos Mouros, construido por los árabes en el siglo IX sobre un macizo y rodeado de bosque, es otro de los lugares que visitar en Sintra imprescindibles.

Del castillo se conservan en buen estado las murallas con almenas y torres, entre las que destaca la Torre Real, que permite subir hasta su terraza y disfrutar de las vistas a la ciudad y al océano.

Además de recorrer la muralla, te recomendamos acercarte a la magnífica puerta árabe con un Arco de herradura, a una antigua capilla de estilo románico portugués y a una gran cisterna perteneciente a la época árabe.

Puedes llegar facilmente a este castillo desde el Palacio da Pena andando por un sendero sinuoso, conocido como la Rampa da Pena.

Al ser este otro de los lugares más visitados de la ciudad puede ser recomendable, sobre todo en temporada alta, reservar esta entrada sin colas.

3. Quinta da Regaleira

Es uno de los lugares más especiales de Sintra junto con el Palacio da Pena, y recorrerla entera puede llevar, fácilmente, unas 2 horas. Comienza por los jardines, que son la parte que más merece la pena, con túneles subterráneos, cuevas, capillas y el impresionante pozo iniciático de los masones.

Empieza por el increíble jardín lleno de especies exóticas e ir descubriendo todos sus rincones con encanto hasta llegar al pozo iniciático, un fotogénico pozo de piedra, con una escalera en forma de espiral y con la cruz de la Orden del Temple esculpida en una de sus paredes, que es una de sus imágenes más fotografiadas.

Antes de llegar al palacio puedes entrar en la Capilla de la Santísima Trinidad que tiene un precioso mosaico que representa la coronación de la Virgen.

Para finalizar la visita nada mejor que el impresionante Palacio da Regaleira, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco y con varios rincones destacados como una biblioteca y un laboratorio alquímico, situados en una torre de planta octogonal, el Salón de Caza y las habitaciones de Carvalho Monteiro, su primer propietario.