Oslo, la colina de los dioses - Noruega

by - enero 02, 2022


Oslo tiene fama de cara y de aburrida y, aunque he cambiado un poco mi visión, puede que incluso a mí me oigas decir eso alguna vez. Y es que en Noruega hay tantas cosas que ver y tan espectaculares, que invertir un día en su capital puede parecerte una pérdida de tiempo, pasa un poco como con Reikiavik en Islandia, pero… nada más lejos de la realidad. Oslo es una ciudad no demasiado grande pero con mucho que ver y hacer, perfecta para una escapada de fin de semana, y si vas más días, puedes hacer una escapadita a Bergen, los fiordos o el Tren de Flam, toda una experiencia.


Dale una oportunidad a esta interesante ciudad y prepárate para alucinar con los contrastes de una urbe con un tamaño asequible, a orillas del mar y con una historia fascinante. 


Un poco de historia

Las raíces de Oslo están íntimamente ligadas a la era y cultura vikingas, habiéndose encontrado restos de barcos y decoración funeraria que datan del año 1000 d.C. Su nombre deriva del nórdico más primitivo y significa “la colina de los dioses”. A lo largo de la historia, la capital también ha sido conocida como “la ciudad de los tigres”, debido a su clima frío y hostil.


En el año 1314, el rey noruego Haakon V convierte Oslo en capital de reino y comienza a construir el Castillo de Akershus. De esta forma, Oslo gana importancia frente a las urbes más importantes hasta el momento que eran Bergen y Trondheim. Sin embargo, la unión de los reinos de Dinamarca y Noruega en 1536 provocó que Oslo perdiera su condición de capital durante tres siglos.


Durante el periodo medieval, la ciudad se recuperó de varios incendios hasta que en 1624 un fuego devastador arrasó Oslo por completo. El rey Cristián IV decidió trasladar la capital a las inmediaciones de Akershus y la rebautizó como Christiania, nombre que permaneció hasta 1925.


El siglo XX en Oslo estuvo marcado principalmente por la ocupación nazi de Noruega en 1940. Durante cinco años, Hitler estableció un férreo control de las exportaciones de madera, pescado y otros productos noruegos para el beneficio del régimen. Tras la liberación de Noruega en 1945, el país se recuperó rápidamente y en 1952 se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno de Oslo. La pista de salto de esquí de Holmenkollen es un claro ejemplo de este gran evento.


En la actualidad, Noruega pertenece al espacio común Schengen, pero no a la Unión Europea. El estado se rige por una monarquía constitucional y la residencia de la familia del rey Harald V es el Palacio Real de Oslo.

Espacio Schengen


Qué ver y hacer en Oslo

  1. Empieza por Karl Johans Gate, el corazón de Oslo.
  2. Conoce el Palacio Real de Noruega.
  3. Pasea por el Parque de esculturas Vigeland.
  4. Visita la Ópera de Oslo, o también conocida como Ópera de Noruega.
  5. Disfruta del arte y la creatividad en Grúnerlokka, el barrio más hipster de Oslo. 
  6. Acércate a la zona del Puerto: Aker Brygge.
  7. visita alguno de sus museos.
  8. Hazte un selfie en lo alto del Holmenkollen, el salto de esquí.
  9. Disfruta de la gastronomía noruega
  10. Haz una escapada a los fiordos o con el Tren de Flam (Flamsbana).



1.- Karl Johans Gate, el corazón de Oslo

Empieza por el centro de la ciudad, su calle principal es Karl Johans Gate. El mejor lugar de partida para el paseo es la afamada escultura del tigre que hay justo al lado de la Estación Central de Oslo.  Recorriendo esta calle te encontrarás: 
  • La Catedral de Nuestro Salvador de Oslo (Oslo Domkirke) es una iglesia luterana de estilo barroco.

  • El edificio del Parlamento de Noruega (Stortinget). Merece la pena detenerte a contemplar el edificio por fuera.

  • El Estanque Spikersuppa, si vas en invierno lo encontrarás congelado y podrás patinar en él.


2.- El Palacio Real de Noruega


El paseo por Karl Johans Gate alcanza su punto cumbre en el Palacio Real de Noruega (Slottet). Se puede visitar por dentro desde finales de junio a mediados de agosto. El resto del año sólo se pueden visitar los jardines.



El palacio es la residencia oficial de la Familia Real Noruega. Un dato curioso es que si está izada la bandera del palacio significa que la Familia Real está dentro. Si te interesa puedes ver el cambio de guardia a las 13.30 todos los días.



3.- Parque Vigeland

Te guste o no el arte, darte un paseo por este sugerente parque y descubre de primera mano, el legado del genial escultor. En total, hay 212 esculturas de granito y de bronce de tamaño natural que representan varios estados de ánimo y expresiones. 


Lo más alucinante es el enorme monolito de 14 metros: una columna tallada hecha de una sola piedra en la que podrás contar hasta 121 figuras humanas. Al lado hay un museo dedicado a Vigeland.



4.- Ópera de Noruega

La relucientemente blanca y geométrica ópera de Oslo es un edifico de mármol y vidrio que en pocos años se ha convertido en uno de los favoritos tanto de los noruegos como de los turistas. Su arquitectura innovadora, su reflejo en el agua de día y de noche y las vistas desde su tejado merecen mucho la pena. Si tienes tiempo, apúntate a una visita guiada, te mostrará su interior, de estilo futurista al más puro diseño escandinavo.



5.- Arte y creatividad en el barrio Grünerlokka

Oslo es una ciudad con una gran vida cultural, muchísimas tiendas y una escena alternativa impresionante. Si como a nosotros te gusta perderte entre la gente, pasea por las calles llenas de arte urbano de este barrio, el más hípster de la ciudad. Aquí podrás ir de tiendas vintage, disfrutar de algunas de las cafeterías más modernas de la ciudad y disfrutar de un ambiente creativo en continua ebullición.



6.- El Puerto de Oslo Aker Brygge

Este agradable paseo, con edificios muy llamativos, va desde la Ópera, pasando por Sentrum, hasta el barrio de Tjuvholmen. Además de edificios residenciales de mil colores, por esta zona se encuentran los siguientes edificios importantes:

  • La fortaleza Akershus es uno de los principales iconos de Oslo, y posiblemente de Noruega. Situada a orillas del fiordo, desde lo alto de sus murallas las vistas son estupendas. Pero en su interior oculta mucho más de lo que podrías imaginar. Cruza sus gruesas puertas medievales y adéntrate en los majestuosos edificios y museos de una fortaleza del siglo XIII que hoy hace las veces de gran parque.

  • El Ayuntamiento de Oslo es donde todos los años tiene lugar la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz (realmente, la entrega de los Premios Nobel se celebra en Estocolmo, pero el premio Nobel de la Paz se entrega en el Ayuntamiento de Oslo). Visto desde fuera, uno nunca diría que esta mole de ladrillo marrón es, por dentro, un espacio con tanta luz y color. La sede administrativa de la capital de Noruega oculta en su interior una colección espectacular de decoraciones que recorren la historia, la cultura y la vida laboral local. Colores vibrantes, emoción y una sensación de estar ante una verdadera obra maestra te sobrecogerán. No están abiertos siempre, así que consulta los horarios en su página web.

  • Muy cerquita del ayuntamiento está el Centro Nobel de la Paz, un espacio dedicado a la historia y a la labor de todos los galardonados en este premio.


7.- Los mejores museos que ver en Oslo

  • La Galería Nacional. Aquí es donde se encuentra la colección de arte más importante del país desde principios del siglo XIX. Incluye también el cuadro más famoso de Noruega "El Grito" de Edvard Munch. Como sabes hay cuatro "gritos" por el mundo, el más famoso está aquí, otros dos están en el Museo Munch también en Oslo y el último pertenece a una colección privada. No obstante, hay alguno más itinerante que, en su día, yo ví en Glasgow (Escocia). Además de este cuadro, podrás ser testigo de la variedad de estilos que se han dado a lo largo de la historia del arte en este país escandinavo. No te pierdas su colección de obras paisajistas nórdicas. 

  • El Museo de Munch. Si te has quedado con ganas de más cuadros del genial pintor noruego tienes un museo dedicado exclusivamente a él. Aquí se encuentran las otras dos versiones de "El Grito". Una opción interesante, especialmente, para los muy seguidores de Munch, porque si sólo te interesa ver su obra más célebre te bastará con acercarte a la Galería Nacional, donde tienen la versión más conocida del grito.

  • El Museo de los barcos Vikingos. En él se encuentran los barcos vikingos mejor conservados del mundo y tumbas vikingas encontradas en los alrededores de Oslo. Que sus reducidas dimensiones no te disuadan, este museo debería ser casi de visita obligada. Ver en persona los dos barcos vikingos mejor conservados del planeta no es algo que se pueda hacer cada día. Podrás ver lo enormes e increíblemente estilizados que eran, disfrutar de sus detalles y conocer más sobre los antepasados de los noruegos que aterrorizaron a media Europa con sus saqueos.

  • Museo del FRAM. Quizás estés pensando que con los barcos vikingos ya has tenido suficiente, pero en cuanto pongas un pie en este sorprendente museo, tus ojos se abrirán como platos y se te desencajará la mandíbula. Esta enorme mole fue el barco que usaron los exploradores noruegos Nansen, Sverdrup, Wisting y Amundsen entre 1893 y 1912 para explorar el Ártico y la Antártida. Podrás subirte a bordo y descubrir, como si no hubiera pasado ni un solo día, en qué condiciones vivieron los aventureros que viajaron en él. Muy, muy recomendable.

  • El Museo del Pueblo Noruego o Museo Noruego de Historia Cultural, es un museo al aire libre, un enorme espacio verde (blanco cuando la nieve lo cubre) en la península de Bygdoy.  Está abierto todo el año y en él podrás contemplar 155 edificios históricos traídos desde todas partes del país, entre los que destaca la delicada y preciosa iglesia de madera de Gol, del siglo XIII. Pasea entre cabañas, granjas y cobertizos y sumérgete en la Noruega más rural sin salir de Oslo.


8.- Holmenkollen

Incluso los no amantes del esquí disfrutarán en el famoso salto de esquí, al que se puede llegar en metro. Fue reconstruido recientemente y es algo que, si tienes tiempo, no deberías perderte en Oslo. Pásate por el Museo del Esquí o sube a lo alto y disfruta de las vistas panorámicas de la ciudad. 



9.- Disfruta de la gastronomía noruega.

En su forma más tradicional, la gastronomía de Noruega está fundamentada en gran parte en las materias primas disponibles en dicho país, dominado por las montañas, parajes agrestes y el mar. A los mediterráneos nos puede parecer un tanto extraña, con lo cual, tendremos que los prejuicios de lado y atrevernos a probarla. Se basa, principalmente, en pescados y mariscos. 


El rey de la comida Noruega es el salmón, pero también el bacalao seco, la carne de ballena, el king crab o la carne de caza como el alce o el reno. Es una cocina ligera pero muy sabrosa, ya que muchos de sus platos suelen ir acompañados de salsas suaves pero muy ricas.





Estos son algunas opciones de restaurantes en Oslo que dicen son muy recomendables, ya te adelanto que yo no probé ninguno, hace muchos años que estuve en Oslo... a ver cuándo repito:

  • El Mercado Mathallen cuenta con más de 30 puestos diferentes de cafés y restaurantes.
  • Arakataka es un restaurante gourmet con menus asequibles en el centro de Oslo.
  • Supreme Roastworks es una cafetería situada en el centro de la ciudad con bocatas y pasteles por si te decides por algo rápido.
  • La cervecería Brygg para tomar algo por la noche, sobre todo si te gusta la cerveza.


10.- Haz una escapada

Oslo es la puerta de entrada a Noruega, un país fascinante, no te puedes ir sin visitar algo más allá de su capital. Nuestras propuestas son, como mínimo:

  • Un paseo por el fiordo de Oslo.
  • El Tren de Flam.
  • Escapada a Bergen.



Un paseo en barco por el fiordo de Oslo

Si no tienes tiempo u opción de ir más lejos, al menos súbete a un barco para explorar el fiordo de Oslo. Hay múltiples compañías que organizan este tipo de servicios así que podrás elegir entre viajar de isla en isla con los ferris locales, embarcar en un velero o incluso disfrutar de una comida en el mar.


Sube en el tren de Flåm (o Flamsbana), uno de los trayectos más bonitos del mundo

Este tren se considera una de las mayores y más impresionantes atracciones turísticas de Noruega, dado que desde él se pueden contemplar alguno de los paisajes más salvajes y asombrosos del país. Durante los 20 km de viaje en tren que separan Myrdal y Flåm podrás contemplar ríos que atraviesan grandes desfiladeros, cascadas que se precipitan por la ladera de empinadas montañas con cumbres nevadas e incluso zonas agrícolas de montaña situadas en vertiginosos terrenos escarpados.



La última parada del tren se realiza en el pintoresco pueblo de Flåm, situado en lo más profundo del fiordo de Aurland, uno de los brazos del fiordo de Sogn, con 204 km de longitud y hasta 1308 metros de profundidad.


Hablando en cifras, el tren de Flåm consta de:
  • 20 km de viaje en tren.
  • 20 años para completar la construcción de la línea ferroviaria.
  • 20 túneles, 18 de ellos construido a mano.
  • 11 estaciones a lo largo de la vía.
  • 5.5 por ciento de inclinación máxima.


¿Cómo ir de Oslo a Flam?

El trayecto de Oslo a Flåm en tren es de 226km. Puedes comprar tu billete de tren online pinchando AQUÍ. Una vez en Flam, el tren va desde el nivel del mar del Aurlandsfjord de Flåm hasta la estación de montaña de Myrdal, situada a 867 metros sobre el nivel del mar. Myrdal también es una estación de la línea Bergen, lo que significa que el ferrocarril de Flåm conecta con los trenes que circulan entre Bergen y Oslo.



Escapada a Bergen

Como te decía, el tren de Flam, conecta con los trenes que circulan entre Bergen y Oslo, con lo cual, yo no perdería la oportunidad de llegar hasta Bergen y hacer noche allí. 


Bergen o Bryggen, está rodeada de montañas y fiordos, incluido el fiordo de Sogn, el más largo y profundo del país. Tiene preciosas casas de madera coloridas en el antiguo embarcadero, en otro tiempo, centro del imperio comercial de la Liga Hanseática. Podrás disfrutar del funicular Fløibanen, que asciende a la montaña Fløyen, con vistas panorámicas y senderos de excursionismo. También podrás visitar la casa de Edvard Grieg, donde vivió el reconocido compositor...



Si quieres saber más sobre qué ver y hacer en Bergen, pincha AQUÍ.

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